Muchos novios pueden pensar que, teniendo la posibilidad de hacerse las fotos vestidos de novios el mismo día de la boda ¿por qué iban a necesitar una sesión de postboda?
Todas las parejas coinciden en la importancia de las fotografías el día de la boda y que éstas no pueden faltar. Consideran importantes las fotografías de preboda ya que estas sesiones nos dan la posibilidad de conocernos mejor entre las parejas y los fotógrafos así como facilitan el que estéis más tranquilos el día de la boda pero, ¿realmente es necesario una sesión de postboda?
Está claro que lo realmente importante es poder documentar el día de vuestra boda sin dejar escapar un detalle y transmitir los sentimientos que en ese día se vivieron, pero realizar una sesión de postboda puede ser más beneficioso de lo que podéis pensar.
La sensación que suelen tener las parejas es que el día de la boda pasa volando y muchas veces se dispone de poco tiempo para realizar las fotos entre la salida de la ceremonia y la llegada al banquete ya que lo principal ese día es poder disfrutarlo con la gente que queréis y no perder una hora en haceros fotografías, o estar a expensas de que no llueva o haga mal tiempo.
El tiempo no es lo único beneficioso de una sesión de postboda, también lo es el escenario:
Es evidente que no siempre tiene por qué coincidir el sitio donde se celebra el enlace con el sitio ideal para hacerse las fotografías de “paseo”. Por esta razón, el poder tener una sesión de postboda días o incluso meses después puede ser una ventaja, ya que podemos tener la posibilidad de buscar el escenario ideal para vosotros y sacar el máximo partido de la época del año que mejor le haga lucir.
Quizás os gustaría volver al lugar donde os conocisteis, tenéis una afición en común que queréis que aparezca en vuestro reportaje o pensáis que vuestra mascota no se puede perder una sesión como ésta y os la queréis traer para que también participe. Todo lo que se os ocurra puede suceder en una sesión de postboda.
Los nervios del día de la boda:
El último pero no menos importante detalle que puede hacer que os decantéis por la sesión de postboda es la tranquilidad.
El día de su boda es uno de los días mas importantes para los novios y es inevitable estar preocupado porque todo esos meses de trabajo consigan materializarse en el día perfecto para ellos. Todo esto, junto a saber que se están comprometiendo con su pareja para toda la vida hace que ese día haya miles de sentimientos que se acaban convirtiendo en nerviosismo.
No hay ni que decir que el éxito de una buena sesión fotográfica radica fundamentalmente en la actitud que tengan nuestras parejas y el poder disfrutar de la mayor tranquilidad posible es fundamental para poder sacar lo mejor de los novios. Así que otra gran ventaja de una sesión de postboda es que sólo está la pareja, sin que haya nadie que les espere para comer y sabiendo que ya nada puede salir mal, siendo el día de la postboda un día para relajarse y disfrutar.
En definitiva, a la pregunta ¿merece la pena realizar una sesión de postboda?, nuestra respuesta es sí.
La tranquilidad de la pareja, el entorno, disponer de todo el tiempo del mundo así como la complicidad ya creada con el fotógrafo, nos permiten hacer un reportaje mucho más completo que será una gran excusa para volver a sacar el traje y vestido de novios y disfrutar.
